Antonio Montero Seoane
El deporte se ha convertido, progresivamente, en una práctica que abarca más y más campos de la actividad humana caracterizada, mayoritariamente, de forma positiva y relacionada de forma prioritaria, hasta hace poco tiempo, con los jóvenes. Esta expansión se ha traducido, además, en un incremento del interés por el conocimiento de los procesos que tienen lugar en el mismo; procesos que, dada la diversidad de prácticas consideradas “deportivas”, han alcanzado la mayor parte de la vida en las sociedades occidentales: consumo, salud, estética, …